Madre mía, no me creo que hayan pasado dos meses desde mi última entrada...¡Feliz año!
Espero que sepan perdonarme, pero como en todas las etapas de la vida, tenemos ciclos, y llevo un tiempo en que me cuesta una barbaridad ponerme delante del ordenador en casa después de trabajar 8 horas delante de él. A eso se le suma un pelín más de pereza en cocinar recetas nuevas, y pereza absoluta para hacer fotos...Pero tengo y debo retomarlo, porque el blog me da vidilla y hay que poner manos a la obra para retomar esta aventura tan gratificante. Aun así quiero que comprendan también que este blog es mi afición, y por ello nunca va a ser una obligación para mi, por eso, cuando tengo más tiempo y ganas le dedico más, y cuando no, pues, como ahora, he estado dos meses sin dar señales de vida.