Empezamos la semana con un aperitivo delicioso que nos regaló hace unos meses nuestra amiga bloguera María José, de Pasen y degusten. Yo tenía que probarlo porque me encantan los mejillones, un molusco tan exquisito como poco valorado. ¿Será porque es barato? No lo llego a entender, pero yo disfruto con un plato de mejillones tres veces más que con un chuletón.
He adaptado un pelín la receta. La salsita de tomate de los mejillones está para mojar y dejar el plato limpio.
Poneros una cervecita, vino o refresco, que yo pongo el aperitivo. ¡Qué aproveche!
INGREDIENTES:
- Un kilo de mejillones
- Un vaso de caldo de la cocción de los mejillones
- Una guindilla
- Aceite de oliva virgen extra
- 4 cucharadas de tomate triturado (o tomate frito)
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Una cucharada de harina
- Medio vaso de vino blanco
- Un diente de ajo
- Perejil
PREPARACIÓN TRADICIONAL:
- Limpiamos muy bien los mejillones de sus valvas. Cocemos en una cazuela tapada con un chorrito de agua y una hoja de laurel.
- Cuando estén cocidos (en 6-8 minutos), sacamos de la cazuela y desprendemos la concha que no nos sirve. Ponemos los mejillones en una cazuela ancha.
- Colamos el caldo y reservamos.
- Para hacer la salsa calentamos el aceite en una sartén y echamos la guindilla picada. Añadimos la harina y removemos bien.
- Después incorporamos el tomate y el vino blanco. Removemos bien, quitando los grumos, y añadimos poco a poco el caldo de la cocción de los mejillones. Cuando esté espesa (no excesivamente) la echamos por encima de los mejillones. Damos un hervor a la cazuela.
- Majamos en un mortero el diente de ajo y una ramita de perejil y se lo echamos por encima.
A TENER EN CUENTA
Este plato es un aperitivo en toda regla, pero se puede convertir en el acompañamiento perfecto de una arroz cocido, con el que tendremos un plato completo para una comida. Si decidimos hacerlo así y para mayor comodidad, desprenderemos los mejillones de sus conchas.
Nos encantan los mejillones pero así no los hemos probado nunca. Lo haremos. Besos
ResponderEliminarUn aperitivo ideal. Aunque yo los pongo como primer plato.
ResponderEliminarUn saludo
JUEGO DE SABORES
Dios mio Laura!!! Esa salsita me cautivo cuando vi la foto...vaya unos mejillones mas ricos con ese toquecito de la guindilla, espectaculares, con una buena cerveza!!!
ResponderEliminarBesos
El toquecito picante le da mucha mucha gracia. Ya verás qué buenos!
EliminarQue plato tan rico, me encantan así y no los he hecho, pero sí los he comido por ahí. Me encanta. Es cierto que los mejillones no tienen tanta fama como otro tipo de marisco, pero como dices, será porque es barato? No sé...
ResponderEliminarBesos guapa.
A pedro y ami también nos encantan los mejillones, de hecho en nuestro viaje por bretaña casi nos hemos alimentado exclusivamente de ellos.
ResponderEliminarCasi siempre los hacemos simplemente al vapor, pero esta receta me encanta para variar un poco y darles un poco de vidilla.
un besico.
A mí me pasa lo mismo, casi siempre los como al vapor, pero es que así, jolín, es una manera de cambiar y está deliciosos!
EliminarMe encantan!! Los has bordado, precisamente estos días he comido muchos, por aquí por donde estoy de vacaciones son muy típicos!!
ResponderEliminarMe gusta tu blog, así que por aquí me tienes!!
Besoss
Gracias Teresa, espero que te guste mi espacio y te quedes por aquí. Un beso.
Eliminarcon ese toque picante estan de muerte seguro. Un abrazo.
ResponderEliminarQue sabroso es el mejillón. En septiembre reanudaré la saga de mis preparaciones con este bivalvo.
ResponderEliminarSaludos